La caza es una experiencia que despierta emociones intensas, pero cuando se vive en compañía de tu abuelo, esos momentos se vuelven mucho más especiales. Compartir una jornada de berrea con Félix Chinchilla, con un lance a 150 metros de distancia y utilizando un calibre 300WM, fue uno de esos días que quedarán grabados en la memoria para siempre. Y el trofeo no fue otro que un magnífico venado, símbolo de la grandeza de la naturaleza y de la recompensa a una jornada perfecta.
«Las emociones estuvieron a flor de piel, y con razón. No solo se trataba de un lance preciso, sino de la conexión especial que se crea cuando compartes la pasión por la caza con un ser querido. En este caso, acompañado de mi abuelo, el éxito de la caza se convierte en algo más profundo y significativo».
Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a Lentisco y Jara por su impecable colaboración. Cada detalle, desde la organización hasta la compañía, hicieron de este día algo único y especial.
La foto que siempre quise es un reflejo de todo lo que significa la caza: pasión, tradición y, sobre todo, momentos compartidos con los que más quieres. Tener en mis manos el trofeo de un venado tan impresionante solo añade más valor a esta experiencia inolvidable.
Gracias al Club Tierra de Caza , este tipo de experiencias cobran vida y nos permiten disfrutar de jornadas de caza en un entorno natural gestionado con respeto y cuidado.