Tenemos delante un gran trofeo tras un largo y complicado rececho, acumulamos cansancio y emociones en dosis parecidas, y es en ese preciso instante cuando todo nuestro esfuerzo se puede ir al garete por no tener una buena técnica de disparo con unas rutinas bien interiorizadas.
A continuación, te dejamos los cinco puntos indispensables para tener una buena rutina de disparo. Ponerlos en práctica te ahorrará muchas desilusiones en lo personal y dinero en lo material que ya casi nadie perdona la sangre.
1 Distancia Adecuada:
Aproxímate lo suficiente como para asegurar un disparo preciso y letal. Disparar a larga distancia de forma innecesaria aumenta el riesgo de heridas no letales y fallos catastróficos, con la consecuente pérdida del animal que probablemente aunque lo hieras muera con posterioridad y no lo cobres nunca. El uso de prismáticos con telémetro nos será de gran ayuda para este fin.
2 Uso de un apoyo idóneo:
El uso de un apoyo no adecuado en el momento del lance es la causa más habitual de un mal disparo, y por lo tanto es un factor esencial para garantizar precisión y seguridad. El uso de trípodes o bípodes disponibles en el mercado, una mochila como apoyo del arma o un elemento natural son elementos indispensables para conseguir culminar con éxito la acción.
3 Selección de la Zona de Impacto:
No basta con tener al animal en el visor del arma, apunta siempre que sea posible a áreas vitales como el corazón y los pulmones para garantizar una muerte rápida y efectiva de nuestra presa de caza. Un disparo mal colocado sin un perro de sangre a mano implica casi con toda probabilidad que no cobremos el animal.
4 Control del Disparo:
Mantén un control firme sobre tu arma y evita disparar cuando estés fatigado o en una posición inestable, respira profundamente y mantén la calma antes de realizar el disparo. A menudo fallamos piezas por precipitación. Un arma mal encarada, un mal apoyo o una mala elección de los aumentos de nuestro visor, darán al traste con nuestro lance.
5 Seguimiento Post-Disparo:
Después de realizar el disparo, mantén la vista en el animal, sigue su huida y observa su comportamiento. Si es necesario, prepárate para realizar un segundo disparo para garantizar una muerte rápida si el animal no ha caído inmediatamente.